Y que bonito sería vivir como Solomon Kane, sin nada. Solo caminar y caminar, sin rumbo fijo, sin nada que aceptar de lo demás. Solo un trozo de pan o una sopa caliente. Con todo el tiempo por delante para pensar, para arrepentirte.
Y que bonito sería vivir como Solomon Kane, sin nada. Solo caminar y caminar, sin rumbo fijo, sin nada que aceptar de lo demás. Solo un trozo de pan o una sopa caliente. Con todo el tiempo por delante para pensar, para arrepentirte.
Archivado bajo Reflexión