La mujer y hombre. El hombre y la mujer

Las mujeres y los hombres somos diferentes, lo sabemos y damos gracias de que sea así. Está claro que, sea quien fuera el que inventara la vida, el hombre y la mujer se crearon en planetas diferentes con la suerte de que nos tocó vivir en el mismo. También está claro que en la totalidad de la teoría de la evolución el señor Darwin no escribió el capítulo de cómo adaptarnos para convivir, por eso el ser humano como lo conocemos hoy ha evolucionado en muchas facetas, pero sigue muy primitivo en esa de entenderse con el sexo opuesto.

El caso es que una pareja decide verse una noche, los dos están cansados tras una larga semana de trabajo, por eso deciden quedarse en casa. Están sentados en el sofá viendo la tele. Primero una serie, luego una película, tres horas más tarde saltando canales. Todo va bien cuando de repente se produce una escena que demuestra que la mujer y el hombre están creados con diferente materiales.

Son las once y media de la noche, tras tres largas horas viendo televisión:

–    ¿Tienes hambre? –pregunta el hombre. ¿Te hago algo? Tengo pizza.
–    Ok, -responde la mujer.
–    Perfecto. Yo voy a hacerme cereales con leche, -responde el hombre mientras camina hacia la cocina.
–    No te preocupes, sé que estás cansado, -continua ella desde el sofá.
–    Nah, tranquila. Es un momento. –Ya el horno está encendido y la leche empieza a mojar los cereales.
–    Es que sabía que no tenía que haber venido. Tenías una agenda muy ocupada y estás cansado. –Interrumpe la mujer mientras camina hacia la cocina.
–    Uyy sí, es que tenía taaaantas cosas que hacer jejej, -responde sarcásticamente el hombre.
–    ¿En serio? –mientras le cambia el gesto a la mujer. ¿Estabas muy ocupado?
–    Mmm no, tontita, era broma. –Preocupado el hombre de haber dicho algo que solo el cerebro femenino hubiera podido captar, una especie de onda o idioma extragaláctico.
–    Claro, entonces cómo no tenías nada que hacer, me llamas para que te entretenga. -Ya claramente molesta la mujer.
–    No, lo que quiero decir es que no hice planes porque quería verte. -En estos momentos el hombre ya sabe que va en bajada y sin frenos.
–    Ya, si no hay plan, entonces nos vemos. Yo soy la otra opción. -La mujer y su mente.
–    Lo que quise decir es que quería verte, por eso no hice planes. -En el cerebro del hombre todo suena tan bien, y claro.
–    Pero si hubieras tenido plan, no nos vemos. -En el cerebro de la mujer todo suena tan bien, y claro.
–    mmm no, lo que quise decir…-En el cerebro del hombre solo hay materia negra.
–    Entonces, ¿no tenías nada que hacer? –pregunta la mujer con un ligero énfasis.
–    No. Si no hubieras venido, hubiese terminado tirado en el sofá igual. –El hombre tampoco sabe si esta es la respuesta correcta.
–    Entonces ¿estabas muy ocupado o no? –Encara la mujer.
–    Ehhh, ¿no? Estaba cansado, pero quería verte. –Temeroso, el hombre no tiene ni idea de cuál es la respuesta mágica que apaga el robot que tiene enfrente.
–    O sea, que como no tenías nada que hacer dijiste: déjame pasar un tiempito con esta. –La mujer ya tiene en su cabeza una película nominada al Oscar.
–    No, estaba ocupado todo el día, tenía un montón de cosas que hacer…pero me apetecía verte. –El hombre no tiene ni el boceto de su película. Recordemos que la mujer ya la tiene completa y se estrena en cines el próximo viernes.
–    Entonces, si estabas tan ocupado, mejor me hubiera quedado en mi casa. Me voy. –Fin de la película.
–    Pero espera, que no estaba ocupado. –Trata de arreglar el hombre algo que nunca tuvo ni idea cómo se estropeó.
–    Claro, por eso querías verme, porque no tenías nada que hacer. –La mujer camina hacia la puerta.
–    ¿Y la pizza? –Claramente el hombre no tiene la capacidad para encontrar la respuesta que la mujer estaba buscando, la correcta.
–    No gracias. –La mujer se va. El hombre se come la pizza y se va a la cama a dormir.